Entorno natural impresionante y tranquilo.

La experiencia fue un poco decepcionante. La falta de opciones para café o bebidas fue notable, ya que estando en un lugar rural me esperaba poder disfrutar de un café. Además, el desayuno ofreció poca variedad y calidad, totalmente fuera de lugar para una zona con productos locales tan buenos.

no dudaría en recomendar este hotel for una escapada de fin de semana,

Hermoso jardín, excelente desayuno, la habitación era amplia y cómoda, además de estar muy bien decorada. disfrutamos de la tranquilidad del lugar y de la cercanía para visitar Burgos fácilmente.

No me puedo quejar de nada.

Un hotelito acogedor con limpieza de 10 y un jardín precioso. Perfecto para visitar Burgos y relajarse en el campo. Un entorno natural muy bonito.

La entrada es un poco sencilla, como si no quisieran que entrara. 😉

El jardín es un verdadero oasis, pero

la entrada del hotel podría ser más atractiva. Las habitaciones son amplias y cómodas, lo que nos permitió descansar bien después de explorar los alrededores. La atención de Iciar y Guillermo fue excelente, siempre dispuestos a ayudar y recomendar lugares para visitar.

La habitación era cómoda, pero echamos de menos un bar para bebidas.

Una experiencia reconfortante en el campo

Pasamos un fin de semana encantador en este hotel rural. El jardín es espectacular y muy cuidado, perfecto para disfrutar en familia, mientras que Iciar nos sorprendió con su cocina deliciosa y abundante. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, ideales para descansar después de un día explorando los alrededores de Burgos. Sin embargo, sería genial contar con más opciones para el servicio de bebidas dentro del establecimiento.

El hotel ofrece un jardín hermoso y muy bien cuidado, ideal para relajarse. La habitación era espaciosa y contaba con una cama comodísima, perfecta para descansar. Aunque el entorno no es el más atractivo y la entrada es un poco sencilla, la tranquilidad del lugar compensa esto. A destacar también el desayuno, muy variado y delicioso, algo que no hay que perderse. Sin embargo, la opción de cena y el servicio de bebidas pueden mejorar.

El jardín es increíble y perfecto para los niños. ¡Pasamos un tiempo espectacular! La cocina de Iciar es impresionante. Solo echamos de menos un poco más de ambiente en algunas áreas. 😊

el jardín está muy cuidado y perfecto para relajarse. la señalización para llegar es deficiente.

molino de la vega es un hotel encantador con un ambiente acogedor. las habitaciones son amplias y están exquisitamente decoradas. la calidad de la comida es excepcional, donde se utilizan ingredientes locales. se siente como en casa, rodeados de un hermoso jardín para relajarse y disfrutar de un vino.

la señalización para llegar puede mejorarse. 🚧

Pasé una noche en el Molino De La Vega y me encantó el jardín. está muy bien cuidado y ofrece un espacio perfecto para relajarse. La habitación era espaciosa, con una cama muy cómoda, ideal para descansar después de explorar los alrededores. El trato de Iciar y Guillermo fue muy cercano, siempre dispuestos a ayudar y ofrecernos información sobre lugares para visitar en Burgos. Desafortunadamente, no pudimos cenar ya que no habíamos reservado antes y no había disponibilidad. Además, me gustaría que hubiera un servicio de bebidas con más opciones dentro del hotel, ya que no había cafetera en la habitación. Aunque la entrada del hotel es un poco sencilla, la tranquilidad del lugar compensa esos detalles. El desayuno fue bastante variado, pero podría mejorar en calidad. En general, me llevé un buen recuerdo del lugar pero hay aspectos que se podrían pulir para hacer la experiencia aún mejor.

La estancia fue perfecta. La habitación doble era amplia y bien decorada. El entorno es muy bonito y tranquilo, ideal para desconectar. El personal fue amable y servicial en todo momento. ¡Recomiendo el desayuno, delicioso y abundante!

El entorno es precioso y el jardín muy cuidado. La habitación doble era amplia y cómoda. Pero no pudimos cenar porque no habían reservas. Además, el acceso al hotel es un poco sencillo. Ideal para pasear y disfrutar del aire libre.

La carne curada en los alrededores es una maravilla, ¡una delicia que no te puedes perder! Además, el lugar es precioso, enorme, y el jardín es perfecto para relajarte entre naturaleza. me encantó la limpieza, que era de 10 en todas partes.

Aunque el desayuno fue un poco escaso, no puedo negar que la tranquilidad del lugar lo salvó. notamos que faltaban opciones de bebidas, lo que le restaba un poco de chispa al ambiente.